jueves, 16 de marzo de 2017

Pasión

Por María Camila Páez Castro

El inicio fue metódico, todo el romanticismo práctico fue utilizado, pero la verdad, el sentimiento no fue planeado.
Las emociones surgieron de tal manera que rompieron con una línea de tiempo y una costumbre, invadieron un corazón estable y convirtieron todo en caos, todo cambio a pesar de seguir el manual de cortejo, no es algo que surgió de la experiencia, fue algo que surgió de la atmósfera perfecta de la conexión física de dos personas, netamente desconocidas, extraña una vida de la otra.
Amor y odio, seducción e ignorancia, un cóctel de sentimientos visiblemente enfrentados, sin manera de controlarlos, sin saber su procedencia, sin forma de olvidarlos y sin ganas de hacerlo.
Tal vez un amorío fugaz que desprende pasión y arrebatos cuando los cuerpos se encuentran, una relación que se encuentra en el limbo entre el avanzar para terminar y el no caer en el abismo del desgaste y el choque con la realidad, aquel donde sí se demuestra mucho no ganas nada, pero si no lo intentas pierdes todo.
Dos amantes, reducidos a vivir de toques, miradas y palabras, sin sentir haber cumplido con la culminación de su atracción donde sólo hay tres secretos, dos personas y una historia.

1 comentario: