domingo, 19 de marzo de 2017

Ana María Va...

Por Jonathan David Tobar Quiroz

Voy  voy  voy,  mientras la noche me entretiene con insomnio. El momento ha llegado, mi partida es inevitable. Estoy demasiado nerviosa para dormir, la situación es insostenible. Decido pararme de la cama, enciendo la luz y el espejo suelta un reflejo que yo nunca le pedí, suelto una tenue risilla por mi patético semblante de mal dormida . Me siento en el borde de la cama, pensamientos pendejos afloran:¿por qué nunca había cambiado este catre de lugar, con lo que odiaba que me pegara el sol por las mañanas?. Encendí el televisor para no sentirme sola.

Mientras empacaba mi vida en una cochambrosa maleta gris. mire a todos lados. Cada chérchere que había en ese cuarto agudizaba mi nostalgia. En este mismo cuarto Alejandro,(que llego con la excusa de ver una película) , me zampo un beso de repente. Me interrumpió mientras que daba mi usual cantaleta de porque: se debería volver ateo. Después me dijo que le encantaban mis ojos y que le importaba una mierda en lo que creyera, me sonroje. ¿Que le habrá visto de bueno a mis ojos de descreída?, bueno, eso solo lo sabe Alejo y Dios. Después, Alejo ya, no solo me daba besos , ¡no hombre! la confianza hizo cúpula con el amor y nos entregamos a el sin reserva alguna, esculpiendo un inmaduro romance a punta de cincel y maceta en esta arrogante vida dura, que muy de vez en cuando se deja tallar por la esperanza.


A medida que el armario y los muebles se vaciaban, de cuando en cuando iban apareciendo tesoros, en mi descuido  los había tirado a las fauces de Cronos, el coloso no había cedido a la tentación : estaban intactos. Estalle de euforia cuando vi el pequeño álbum de fotografías que había hecho yo misma, con un poco de escarcha, hojas e inocente majadería. A la primera imagen apareció, mi papá y yo chupando helado,¡ que parche!, si tan solo tuviera un solo recuerdo de ese día. Que viejo se había puesto el viejo, en unas horas me ayudaría a cargar, las maletas, me llevaría a la terminal y me soltara la mano que un día tuve miedo de dejar .¡Que hijueputa nostalgia!. Tendría  4 o 5  años cuando tomaron esa foto  ahora tengo 17 , solo he tenido un novio, es hasta ignominioso como los números te definen y ahora Con 687 puntos de 1000 posibles, me asegure un puesto en la noche así que voy voy voy.

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