jueves, 23 de febrero de 2017

Mi lugar Favorito

Por Daniela Molina Franco

Esa sensación de gozo al llegar al bosque luego de subir la empinada colina con el inclemente sol que hacía, la diferencia de temperaturas al llegar me hacía amar más aquel lugar, todo allí estaba en total armonía. Comencé a caminar por el bosque adentrándome de a poco, el monte se iba tornando cada vez más denso y la fiesta que tenían las aves, era respondida con la algarabía de otros animales, aquello era todo un espectáculo. Me quedaba claro que este lugar estaba mágicamente incomunicado, lo que me hizo sentir realmente feliz y privilegiada.

Luego de caminar entre la hojarasca y las hileras de caminos de las hormigas arrieras los bejucos y las ramas, encontré en medio del bosque un pequeño claro en el que entraba un resplandeciente rayo de luz que hacía que aquel lugar brillara.

Se notaba que hacía poco tiempo las lluvias y los fuertes vientos, habían derrumbado un portentoso gigante de los que allí estaba. Estando allí, hallé un lugar perfecto para acomodarme, saque de mi mochila una manta, la tendí sobre el suelo y me acosté sobre ella. La luz solar que lograba colarse por entre las hojas de los arboles creaba un microclima delicioso que establecía un ambiente encantador.

En el lugar había arboles altos, medianos y bajos, con hojas de todos los tamaños, formas y colores que variaban entre especies, flores y frutos de todos los colores, todos con una belleza y una elegancia inigualable. El contraste de las copas de los árboles y el azul del cielo me sedujo y el ver como pasaban las blancas nubes y tan cerca de ellas esas descomunales aves con aquel fastuoso tararear, me hacían creer que me encontraba en un hermoso sueño.

 Aun allí, tendida en medio del bosque cerré mis ojos y escuche el viento pasar por entre las hojas de los árboles, el canto de algunas aves, el alboroto de los monos, el croar de las ranas, el agua corriendo en algún arroyuelo cerca, el golpeteo de un pájaro carpintero en un árbol próximo, el crujido de alguna rama, el chillar de las cigarras, el aleteo de algún ave de gran porte. Sentía una vasta alegría, aquel lugar era excepcional y yo era una mujer afortunada, mi desmesurada satisfacción me hizo entender sin más ni menos que me encontraba en mi lugar favorito.

14 comentarios:

  1. Muy bonito el cuento. De verdad que al leerlo desde la primera frase me interné en el bosque, las sensaciones de nuestras montañas inspiran a escribir así pero mucho más a ejercer acciones concretas para su conservación. Muchos éxitos!!!

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  2. Cautiva desde que se empieza a leer, muy bien!

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  3. Una muy bella descripción de un lugar perfecto que ecualiza nuestra alma, en un instante de armonía y amor con la madre tierra. Que la naturaleza y su vibra nos acompañe :*.

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  4. Una muchacha muy propia al escribir, y técnica"microclima", pura jerga forestal, muy hermoso y que descripción tan llena de detalles, me sentí en ese lugar tan anhelado por muchos.

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  5. Mi lugar favorito, tal como se siente estar ahí. <3

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  6. Daniiiii ela, ¡qué bonito! me alegra tanto tú pasión por lo que estudias, a mí también me encantan esos lugares. ¡Un abrazo!

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