Para Franc Lucas
La chica tenía un pecho esbelto cubierto con una
blusa blanca transparente y escotada, que dejaba resaltar sus pezones rosados.
Propuso jugar a sostener la mirada. Franc aceptó, pero no resistió y sus ojos
se posaron en esos bellos pezones.
-Perdí, ¿cuál es mi castigo, mujer?-se resignó a
decir-.
-Quédate mirándome toda la vida-le respondió ella,
sonrojada-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario